La construcción del Universo

LA CONSTRUCCIÓN DEL UNIVERSO (SEGÚN LAS AVES)

La construcción del universo según las aves, es una serie de  ilustraciones inspiradas en diferentes cosmovisiones representadas por aves que han adquirido cualidades humanas.

 

Una vez que la música toca la primera fibra, son imparables. Bajo su ropa esconden extremidades con una amplia destreza para el baile y se multiplican conforme va cambiando la complejidad de la melodía. Las  flores en su espalda se abren, se cierran y mueren, y dejan preparado el lugar para las que vienen. En sus piernas crecen helechos  meticulosamente rizados, plantas primitivas que les recuerdan a sus  ancestros y cuyas esporas propagan con su baile.

El movimiento casi coreográfico de sus plumas vuelve aún más ligera su danza. Sus movimientos son tan delicados que los cascabeles de sus pantorrillas no emiten sonido, pero si alguna se equivoca y hace sonar un solo cascabillo, el castigo es cortar sus alas. Pocas las conservan. La danza de las aves es rigurosa y se castiga con severidad a aquellas que no alcanzan la perfección. Pero ¿cómo alcanzarla si viven en un mundo imperfecto?.

Es injusto llevar bromelias en lugar de alas, pero qué otra cosa pueden usar las aves sabiendo que no volarán otra vez. Quizá por eso guardan las manos de quien las ve bailar. Algunas tienen el don de la vista, otras el de la gratitud y muy pocas el del amor, sólo con esas manos pueden ver su propia luz.

Marcan sus heridas con lanzas para valorar su aprendizaje, pero su memoria colapsa con cada recuerdo vacío y entonces se olvidan de la lección, se quitan las plumas y se quedan hincadas, pierden la voz. Por eso bailan, porque sólo la música les permite vivir y dar vida, llena espacios con tanto amor y gratitud que se olvidan de querer volar.